sábado, 23 de junio de 2007

Estudios del CNTV!!!....algo nuevo??...nada, los mismos resultados de siempre







Pero igual vale la pena!!!...







Título: Televisión abierta: Niveles de Satisfacción y Percepción de Calidad
Autor: Consejo Nacional de Televisión


Excesos en la pantalla -farándula y lenguaje grosero-, falta de programación cultural y homogeneidad de la oferta son las principales razones de insatisfacción de las audiencias con la televisión abierta. Así lo establece el estudio “Televisión Abierta: Niveles de Satisfacción y Percepción de Calidad” realizado por el Consejo Nacional de Televisión y que se basó en las percepciones de jóvenes y adultos entre 18 y 80 años de edad de diferentes estratos socioeconómicos.


martes, 5 de junio de 2007

¿Cuánto cuesta un diario? Estrategias para fijar precios


¿Cómo se establece el precio de la publicidad en los diarios? ¿Y con qué criterios objetivos se fija el precio de suscripciones y venta por ejemplar? Tradicionalmente los diarios españoles se han basado en una mezcla de factores que incluyen la difusión, la intuición y la costumbre. La consultora Simon, Kucher & Partners propone aplicar un sistema estable de fijación de precios para racionalizar este proceso y aumentar los beneficios. 21/07/2006. España no es tan diferente como indicaba aquel antiguo eslogan. Y mucho menos en el ámbito de la prensa escrita, que tiene entre sus mayores retos afianzar la publicidad y aumentar las ventas captando nuevos lectores, como ocurre en cualquier país occidental. Así lo señalaba el Libro Blanco de la Prensa Diaria 2006 realizado por la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE), que alertaba sobre las dificultades económicas que tendrá que afrontar el sector en los próximos años si no es capaz de prever la evolución de esos dos factores y, además, de calibrar la influencia que puede tener en las cuentas de resultados de los periódicos la falta de una estrategia clara que afronte estas realidades. Remitiendo a datos de Infoadex, el informe de la AEDE señalaba que la inversión publicitaria en prensa experimentó un aumento del 6,3% en el primer semestre de 2005, mientras que en radio creció un 9,5, y en televisión un 13,5. El problema radicaba en que ese diferencial se amplía en perjuicio de los medios impresos año tras año, en parte por las dificultades encontradas a la hora de captar nuevos lectores y en parte por una deficiente gestión publicitaria, tanto en la medición de su impacto como en la fijación de su coste.


jueves, 31 de mayo de 2007

Los Fotologs!!!

El cómo y la razón del porque nació dista mucho de lo que conocemos actualmente como FOTOLOGS!!!

La palabra fotolog en español tiene dos orígenes: derivada del inglés photoblog (bitácora fotográfica) y derivada del sitio Fotolog.com (una de miles de bitácoras pertenecientes a una comunidad). A diferencia de un álbum de fotos, en un fotolog se publican unas pocas fotos diarias, generalmente una sola.

ejemplos de los usos del fotolog
http://www.fotolog.com/soy_lesbiana_hot
www.fotolog.com/mariana_fresita
http://www.fotolog.com/makiss_
http://www.fotolog.com/lesbianas_kises
www.fotolog.com/sole_cita


ver más en wikipedia


y, en el caso de lo blogs...no recomiendo:

www.ostentaciondegenitalesalahoradecomer.blogspot.com

lunes, 28 de mayo de 2007

Complicada situación energética en Chile




La complicada situación energética que vive Chile a causa del racionamiento argentino a sus exportaciones de gas natural, llevó al Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet a estudiar la posibilidad de comprar el gas que no está utilizando Uruguay.






Una versión del matutino La Tercera de ayer señaló que la idea es "acceder a permisos de exportación de gas que hoy tiene Uruguay, pero que ese país no utiliza".La situación chilena es desesperada porque Argentina está enviando entre 1,5 y 1,8 millones de metros cúbicos diarios de gas natural, lejos de los 22 millones de metros cúbicos que enviaba hasta antes de los recortes que empezó a aplicar hace poco más de tres años.El gas argentino apenas sirve para abastecer el consumo residencial y comercial, por lo que las industrias debieron recurrir al diesel, lo que encarece notablemente sus procesos productivos e influye en una mayor contaminación en el Gran Santiago.La petición del Gobierno de Chile se basa en que en agosto se vence el permiso de exportación de gas natural argentino a Metrogas. Si bien las autoridades trasandinas aseguraron el suministro residencial y comercial en Santiago, éstas no indicaron los pasos a seguir una vez que termine el contrato.El panorama es muy complicado también entre las generadoras eléctricas,en las grandes mineras del norte del país e industrias. GasAtacamaestaría al borde de la quiebra, según coincidentes versiones de prensa.








miércoles, 18 de abril de 2007

Aquí se habla español!...por eso celebramos el Día del Idioma


Día del Idioma Español El día 23 de abril es el día del Idioma Español, que se celebra en los países de habla española como un homenaje al recuerdo de uno de los escritores más eminentes de todos los tiempos: Miguel de Cervantes Saavedra, que murió ese mismo día, en 1616. Cervantes y el idioma español están unidos por la literatura y por la historia. El idioma dio a Cervantes los instrumentos de expresión para escribir su maravilloso Don Quijote de La Mancha; pero Cervantes utilizó el máximo ingenio de la lengua, que puso a circular, como en una incursión quijotesca, por todos los caminos del mundo.

El idioma español se extiende hoy por todo el planeta, es la segunda lengua más importante del mundo y la tercera más hablada con 400 millones de habitantes nativos. El castellano, tal como hoy lo conocemos es fruto de un proceso de transformaciones de más de un milenio, que involucra a diversas lenguas de los habitantes de la Península Ibérica que se fueron modificando por influencia de los invasores romanos, godos y árabes. Hacia el final del siglo XV, con la unión de los reinos de Castilla y Aragón, que extendieron su dominio sobre
la mayor parte de la península, la lengua de Castilla, el castellano, se fue imponiendo sobre otros idiomas y dialectos y fue traída a América por los conquistadores. El español llegó al continente americano a través de los sucesivos viajes de Colón y, luego, con las oleadas de colonizadores que buscaban en América nuevas oportunidades. En su intento por comunicarse con los indígenas, recurrieron al uso de gestos y luego a intérpretes europeos o a indígenas cautivos. Gracias a la interacción entre las múltiples culturas de América y los colonizadores, el español fue aprendido por los indígenas en gran parte del continente. Sin embargo, muchos pueblos conservaron sus lenguas, y aún hoy perduran en sus culturas, aunque también hablan castellano.


Texto tomado de www.binal.ac.pa

Ese mismo día, en diferentes años, nacieron y murieron célebres personajes de la literatura universal. William Shakespeare nació el 23 de abril de 1564 en Stratford-upon-Avon, Inglaterra, y 335 años después, un nuevo 23 de abril, vino al mundo en San Petesburgo, Rusia, el famoso escritor Vladimir Nabokov, autor de Lolita. Pero esta fecha aún encierra otra singular anécdota literaria, pues el 23 de abril de 1616 es enterrado en el convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid, Miguel de Cervantes, fallecido el día anterior.

Los Dueños de la Información

La baja rentabilidad económica de la mayoría de las empresas periodísticas revela la existencia de razones de otro orden en la concentración de la propiedad de los medios.
De nueve diarios de alcance nacional existentes en Chile, ocho están relacionados a través de su propiedad a la derecha política y económica. De siete frecuencias televisivas con base en la Región Metropolitana, dos de ellas, ambas con transmisiones hacia todo el país, concentran más de la mitad del total de la inversión publicitaria y de la audiencia televisiva.
Detrás de los actores dominantes de cada uno de los mercados de la comunicación se parapetan dominadores de otro signo, pero de una misma especie. En la lógica de la concentración, los grandes consorcios periodísticos poseen un común denominador que ha pasado a ser condición de subsistencia: fortaleza económica para asumir un negocio con una dudosa rentabilidad económica y un riesgo financiero alto. De hecho, se sostiene, y no sin razón, que la verdadera motivación de algunos por controlar determinados medios de comunicación reside en otro tipo de rentabilidad, asociada a beneficios políticos e ideológicos de largo plazo, sin retornos inmediatos.
El sistema de medios no es el mismo de hace unas décadas. Los cambios de la seudo democracia sólo consolidaron una realidad decretada con mano militar. El subsidio para los voceros y el silencio para los detractores. Cierto periodismo vestido de no vidente se sumió en el mutismo y otro con vocación de verdad debió buscar otros oficios. Eso, durante años. Tras noches de mentira, alguna prensa se empinó sobre sus propias debilidades, pero desfalleció finalmente ante las leyes del mercado. La libre empresa acaparó los titulares de la prensa escrita porque la prensa escrita debió convertirse en libre empresa. Las imagenes superaron a la palabra y adquirieron sacralizada dependencia de unos cuantos censores de moral extrema. Las mismas sanguijuelas del poder político y económico se repiten en la propiedad de palabra e imagen, de sonido y letra. Baste para graficarlo un pequeño recorrido por las actuales estructuras de propiedad y algunas breves reflexiones sobre otro tipo de comunicación.
La Prensa Escrita
Sin ningún tipo de contrapeso, la prensa escrita diaria ha sido durante largos años un consolidado duopolio, mantenido con subsidios estatales y beneplácito gubernamental. Los dos consorcios líderes son la cadena El Mercurio, de la familia Edwards, que acapara más del 60% de la inversión publicitaria en diarios y el Consorcio Periodístico de Chile S.A. (Copesa), de propiedad de los hermanos Pico Cañas hasta hace varios años, que controla más de la mitad de las ventas a público.
El Mercurio es el grupo periodístico más antiguo del país. Con más de un siglo de existencia, por su dirección han pasado cinco Agustín Edwards, algunos de los cuales fueron diputados, senadores e, incluso, precandidatos presidenciales, todos leales representantes del más extremo conservadurismo derechista. La empresa familiar edita dos periódicos de alcance nacional, El Mercurio y Las Ultimas Noticias, y el más importante vespertino de Santiago, La Segunda. Además, es propietaria de una cadena compuesta por quince diarios regionales de norte a sur del país y de Paula Comunicaciones (revistas Paula, Elle y Turistel).
Durante la década del 60, la familia Edwards se transformó en el primer y más importante grupo económico del país, con presencia en todos los sectores de la economía, participación accionaria en más de 60 firmas y un patrimonio equivalente al 20% de los capitales sociales del país. Su poder económico declinó con los años, pero su poder político e influencia siguieron inalterables. Sus contactos atraviesan toda la clase política chilena, desde la derecha más recalcitrante hasta una izquierda risueña y olvidadiza. Datos sobre los pecados del clan Edwards hay muchos y cuentas pendientes, demasiadas. La historia de los Edwards es la historia de la dominación en Chile, y sobre eso podrían, claro está, llenarse páginas y páginas.
Sin la misma tradición y prestigio en las altas esferas de la aristocracia chilena, El Mercurio encuentra su principal competencia en Copesa, sociedad creada por los hermanos Pico Cañas, ambos radicales, en la década del 50. La debacle del 82 resquebrajó la débil estructura financiera de la compañía, la que terminó siendo traspasada lentamente a un grupo económico nacido al amparo de la dictadura militar. Aunque el ingreso de nuevos inversionistas al grupo se inició en 1988, sólo en 1995 el control de Copesa adquirió una composición radicalmente distinta. Sergio De Castro, ex ministro de Hacienda y Economía de Pinochet, y Juan Carlos Latorre Díaz, ex discípulo de De Castro en las aulas de la Universidad Católica, controlaban el 50% de la empresa que edita los periódicos La Tercera y La Cuarta, la revista Que Pasa y el matutino gratuito La Hora.
Durante el 2000, la empresa adquirió su actual fisonomía. Alvaro Saieh adquirió a sus socios De Castro y Latorre su participación en la empresa y subió a casi dos tercios su propiedad accionaria. Se mantienen en la sociedad, con porcentajes minoritarios, Carlos Abumohor y Alberto Kassis. Los tres están vinculados a la colonia palestina, por su acsendencia, y a la UDI, en términos políticos.
Saieh y Abumohor lideraban un grupo económico que controla CorpBanca y antes fue dueño de AFP Provida, la que vendieron al español BBVA, y Kassis, uno de los promotores de las reuniones de militares golpistas de 1973, es dueño de Cecinas San Jorge. Copesa considera abrirse a la bolsa en el futuro.
Fenómeno aparte, los diarios de especialización en la información económica en Chile aparecieron a fines de la pasada década. Con políticas editoriales claramente alineadas en la defensa de la ideología neoliberal, Estrategia y El Diario poseen un bajo tiraje, pero acceden a un público objetivo con alto poder de decisión. Mientras que el propietario exclusivo de Estrategia es el ingeniero Víctor Manuel Ojeda, El Diario es controlado por el grupo Claro en asociación con el conglomerado inglés Pearson, dueño de Financial Times (Inglaterra) y Expansión (España). Como accionistas minoritarios participan los empresarios nacionales Andrés Navarro (presidente de la empresa de computación Sonda), José Luis del Río (dueño de Derco, Sodimac y Pesquera Friosur) y Roberto Izquierdo (ligado al sector pesquero y maderero). Los dos primeros son prominentes empresarios de la Democracia Cristiana.
De reciente aparición, El Metropolitano surgió como un medio que rompió en parte la monótona visión de las cosas, pero al poco andar su embrionario pluralismo cedió ante la ideología del dominio. Los dueños -los hermanos Alex e Isaac Hites, propietarios de la cadena de multitiendas del mismo nombre- volvieron a tomar las riendas del periódico y colocaron en su cabeza a personeros estrechamente ligados a la UDI.
La Nación es el único diario con una participación estatal, que en este caso es mayoritaria. Convertido en un periódico de tinte sensacionalista que hasta hace unos años priorizó por la información deportiva, el control gobiernista es riguroso y durante la última campaña presidencial se transformó en una trinchera de combate que rayó en lo panfletario. Su subsistencia económica es asegurada única y exclusivamente por el Diario Oficial, que depende de La Nación y tiene la ventaja de ser el monopolio de la información judicial y legal que debe hacerse pública.
Radio y Televisión
La participación del sector privado en la televisión fue permitida en las postrimerías del régimen militar. Su gravitación en el sistema de comunicaciones creció exponencialmente durante los últimos veinte años, siendo el principal artículo de consumo de la población. Su importancia económica radica en ser el principal destinatario de la inversión publicitaria, desplazando el liderazgo que hasta 1982 ostentaba la prensa escrita. En el país existen 9 frecuencias en la banda UHF. Siete son captadas en toda la Región Metropolitana, la que contiene más del 40% de la población en el país.
La antigua estación televisiva Rock and Pop (Canal 2) pertenece a la Compañía Chilena de Comunicaciones, ex dueña de las radioemisoras Rock and Pop y Corazón, y actual dueña de Radio Cooperativa, todas líderes de audiencia en sus respectivos segmentos. El grupo está relacionado a inversionistas de la Democracia Cristiana.
El canal 4 es controlado por los mismos inversionistas de Copesa, los que manejan la firma desde 1991. Tras problemas financieros y una licitación que intentó resolver deudas con acreedores, De Castro, Latorre, Saieh y los demás volvieron a adjudicarse la propiedad en 1996. En el proceso debieron competir con el senador RN Sebastián Piñera, quien antes había manifestado interés por participar en el negocio televisivo, a todas luces el más rentable, política y económicamente, de las inversiones comunicacionales. Piñera es accionista en Lan Chile y Bancard y preside la Editorial Los Andes.
Dos estaciones son controladas por la Iglesia Católica, a través de la Universidad Católica de Chile (Canal 13) y la Universidad Católica de Valparaíso (Canal 5). Su línea editorial sigue los dictámenes del poder eclesial chileno y su conservadora cúpula de sotana, sobre todo en la estación capitalina.
En 1994, la Universidad de Chile, aquejada por falta de capital, liquidez y por problemas de gestión, vendió el 100% de Chilevisión (Canal 11) al grupo venezolano Cisneros, dueño de numerosas empresas del rubro en el continente.
El grupo liderado por el empresario Opus Dei Ricardo Claro es el principal accionista de Megavisión (Canal 9,) el primer y más importante canal privado del país. La estación mexicana Televisa tiene el 49% de la sociedad y CIECSA el restante 51%. A través de esta última firma, Claro maneja sus inversiones en el sector de las comunicaciones. Estrecho colaborador del régimen en los inicios de la Dictadura, el abogado Ricardo Claro Valdés es un empresario en extremo conservador que intenta, a través de una descarada injerencia en sus propios medios de comunicación, dictar pautas sobre moral y buenas costumbres. Su poder es ampliamente reconocido en el medio empresarial. Preside numerosas compañías, entre las que destacan Cristalerías de Chile (vidrios), Elecmetal (metalúrgica), Santa Rita (vitivinícola) y Compañía Sud Americana de Vapores (naviera). Además, Claro es dueño de Editorial Zig Zag, El Diario, Megavisión y Metrópolis Intercom. Esta última sociedad se divide el mercado de la televisión privada con VTR, compañía controlada por el grupo estadounidense United Global Com.
Con el cambio de administración en el país, se decidió transformar el esquema jurídico de Televisión Nacional de Chile (Canal 7), dotándolo de autonomía de los gobiernos de turno en lo económico y lo editorial. Su directorio es elegido por el Presidente de la República y ratificado por el Senado, convirtiendo a este canal en una oficina de relaciones públicas de la clase política oficial, sus acuerdos, consensos y silencios.
El cambio de voz
La nueva estructura del sistema de comunicaciones en Chile está construida sobre esa panacea llamada mercado y con la participación mayoritaria de cierto sector privado gobernado por la cruz y el dinero. Los medios ya no están asociados orgánicamente a partidos y directrices rígidas como ocurría hace unas décadas. Ello, sin embargo, ya no se requiere para la dominación.
En rigor, la dominación en este ámbito es practicada de un modo más sutil. Pocos creen en la ortodoxia de los medios omnipotentes, que determinan el pensamiento de la gente a través de una propaganda subliminal e hipnótica. Pero tampoco es menos cierto que los medios determinan pautas de acción y pensamiento, dirigiendo la conversación de sobremesa y el comentario de pasillo. No dicen tanto qué es lo que hay que pensar como sobre qué pensar. También es cierto que las pautas del consumo cultural se construyeron a la par de una nueva sociedad y un nuevo sujeto, consumista e individualista, y sólo la modificación de esa sociedad y ese sujeto puede modificar las pautas de dicho consumo cultural.
Los informadores crean opinión, pero también transfieren una realidad creada por otros sin mayores cuestionamientos. Las críticas aquí se encuadran en los límites de lo permitido. El velo de la objetividad oculta un status quo aceptado y consensuado entre políticos y para políticos. La información es procesada por agentes profesionales y los medios se transforman en coladores de una realidad que oculta las minucias de la vida cotidiana. Lo importante se estipula en función de quien dice lo que se dice, y quien habla no es más que quien tiene el poder de hablar.
En la lógica de un medio de comunicación masivo, el diálogo es imposible. Unos pocos hablan para los muchos. Una realidad difícil de derrotar con las mismas armas, si se considera que un periódico de alcance nacional requiere una inversión mínima de US$ 15 millones y el patrimonio de una estación televisiva supera fácilmente la centena.
Los medios de información descritos están gobernados, por lo general, mediante operaciones complejas y onerosas dirigidas por intereses económicos con claras motivaciones políticas. Empresarios que diversifican su acción hacia variables ideológicas que les permiten, sin embargo, conservar sus riquezas económicas vía mantención y perfeccionamiento -a su arbitrio- del modelo.
Cuando en la década del 80 surgieron, como respuesta y necesidad, numerosos medios de comunicación alternativos, dirigidos por y para la gente común, el poder temió aquella red popular en formación y la institucionalizó. Desaparecieron las radios populares, las revistas sectoriales y los videos caseros. Pobladores hablando para pobladores, estudiantes para estudiantes y trabajadores para trabajadores, todos periodistas de la vida diaria.
La comunicación alternativa es peligrosa para el sistema porque permite a los hombres dialogar y convertirse en sujetos colectivos y activos. No en masas informes, sino en espíritu común. La comunicación popular, entendida como conversación e intercambio, constituye otra forma de autonomía y de herramienta de lucha política. No como órgano de partido, sino como expresión de pueblo dialogando consigo mismo. Sólo con el diálogo, aquí, abajo, podremos concertar la muerte de los que se permiten hablar por nosotros, allá, arriba, dónde están los que gobiernan la información.


fuente: mercadonegro.cl

martes, 27 de marzo de 2007

IV Congreso de la lengua española




DISCUROS DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ EN SU HOMENAJE EN CARTAGENA DURANTE LA JORNADA INAUFGURAL DEL IV CONGRESO INTERNACIONAL D LA LENGUA ESPAÑOLA:




"Ni en el más delirante de mis sueños, en los días en que escribía Cien Años de Soledad, llegué a imaginar que podría asistir a este acto para sustentar la edición de un millón de ejemplares. Pensar que un millón de personas pudieran leer algo escrito en la soledad de mi cuarto, con 28 letras del alfabeto y dos dedos como todo arsenal, parecería a todas luces una locura. Hoy las academias de la lengua lo hacen con un gesto hacia una novela que ha pasado ante los ojos de cincuenta veces un millón de lectores, y hacia un artesano, insomne como yo, que no sale de su sorpresa por todo lo que le ha sucedido. Pero no se trata ni puede tratarse de un reconocimiento a un escritor. Este milagro es la demostración irrefutable de que hay una cantidad enorme de personas dispuestas a leer historias en lengua castellana, y por lo tanto un millón de ejemplares de Cien Años de Soledad no son un millón de homenajes al escritor que hoy recibe, sonrojado, el primer libro de este tiraje descomunal. Es la demostración de que hay millones de lectores de textos en lengua castellana esperando, hambrientos, de este alimento. No sé a qué horas sucedió todo. Sólo sé que desde que tenía 17 años y hasta la mañana de hoy, no he hecho cosa distinta que levantarme temprano todos los días, sentarme frente a un teclado, para llenar una página en blanco o una pantalla vacía del computador, con la única misión de escribir una historia aún no contada por nadie, que le haga más feliz la vida a un lector inexistente. En mi rutina de escribir, nada he cambiado desde entonces. Nunca he visto nada distinto que mis dos dedos índices golpeando, una a una y a un buen ritmo, las 28 letras del alfabeto inmodificado que he tenido ante mis ojos durante estos setenta y pico de años. Hoy me tocó levantar la cabeza para asistir a este homenaje, que agradezco, y no puedo hacer otra cosa que detenerme a pensar qué es lo que me ha sucedido. Lo que veo es que el lector inexistente de mi página en blanco, es hoy una descomunal muchedumbre, hambrienta de lectura, de textos en lengua castellana. Los lectores de Cien Años de Soledad son hoy una comunidad que si viviera en un mismo pedazo de tierra, sería uno de los veinte países más poblados del mundo. No se trata de una afirmación jactanciosa. Al contrario, quiero apenas mostrar que ahí está una gigantesca cantidad de personas que han demostrado con su hábito de lectura que tienen un alma abierta para ser llenada con mensajes en castellano. El desafío es para todos los escritores, todos los poetas, narradores y educadores de nuestra lengua, para alimentar esa sed y multiplicar esta muchedumbre, verdadera razón de ser de nuestro oficio y, por supuesto, de nosotros mismos. A mis 38 años y ya con cuatro libros publicados desde mis 20 años, me senté ante la máquina de escribir y empecé: "Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo". No tenía la menor idea del significado ni del origen de esa frase ni hacia dónde debía conducirme. Lo que hoy sé es que no dejé de escribir ni un solo día durante 18 meses, hasta que terminé el libro. Parecerá mentira, pero uno de mis problemas más apremiantes era el papel para la máquina de escribir. Tenía la mala educación de creer que los errores de mecanografía, de lenguaje o de gramática, eran en realidad errores de creación, y cada vez que los detectaba rompía la hoja y la tiraba al canasto de la basura para empezar de nuevo. Con el ritmo que había adquirido en un año de práctica, calculé que me costaría unos seis meses de mañanas diarias para terminar. Esperanza Araiza, la inolvidable Pera, era una mecanógrafa de poetas y cineastas que había pasado en limpio grandes obras de escritores mexicanos, entre ellos "La región más transparente", de Carlos Fuentes; "Pedro Páramo", de Juan Rulfo, y varios guiones originales de don Luis Buñuel. Cuando le propuse que me sacara en limpio la versión final, la novela era un borrador acribillado de remiendos, primero en tinta negra y después en tinta roja, para evitar confusiones. Pero eso no era nada para una mujer acostumbrada a todo en una jaula de locos. Pocos años después, Pera me confesó que cuando llevaba a su casa la última versión corregida por mí, resbaló al bajarse del autobús, con un aguacero diluvial, y las cuartillas quedaron flotando en el cenegal de la calle. Las recogió, empapadas y casi ilegibles, con la ayuda de otros pasajeros, y las secó en su casa, hoja por hoja, con una plancha de ropa. Lo que podía ser motivo de otro libro mejor, sería cómo sobrevivimos Mercedes y yo, con nuestros dos hijos, durante ese tiempo en que no gané ningún centavo por ninguna parte. Ni siquiera sé cómo hizo Mercedes durante esos meses para que no faltara ni un día la comida en la casa. Habíamos resistido a la tentación de los préstamos con interés, hasta que nos amarramos el corazón y emprendimos nuestras primeras incursiones al Monte de Piedad. Después de los alivios efímeros con ciertas cosas menudas, hubo que apelar a las joyas que Mercedes había recibido de sus familiares a través de los años. El experto las examinó con un rigor de cirujano, pasó y revisó con su ojo mágico los diamantes de los aretes, las esmeraldas del collar, los rubíes de las sortijas, y al final nos los devolvió con una larga verónica de novillero: "Todo esto es puro vidrio". En los momentos de dificultades mayores, Mercedes hizo sus cuentas astrales y le dijo a su paciente casero, sin el mínimo temblor en la voz: "Podemos pagarle todo junto dentro de seis meses". "Perdone señora –le contestó el propietario–, ¿se da cuenta de que entonces será una suma enorme?". "Me doy cuenta –dijo Mercedes, impasible–, pero entonces lo tendremos todo resuelto, esté tranquilo". Al buen licenciado, que era un alto funcionario del Estado y uno de los hombres más elegantes y pacientes que habíamos conocido, tampoco le tembló la voz para contestar: "Muy bien, señora, con su palabra me basta". Y sacó sus cuentas mortales: "La espero el 7 de setiembre (sic)". Por fin, a principios de agosto de 1966, Mercedes y yo fuimos a la oficina de correos de la ciudad de México, para enviar a Buenos Aires la versión terminada de Cien Años de Soledad, un paquete de 590 cuartillas escritas a máquina, a doble espacio y en papel ordinario y dirigidas a Francisco Porrúa, director literario de la editorial Suramericana. El empleado del correo puso el paquete en la balanza, hizo sus cálculos mentales y dijo: "Son 82 pesos". Mercedes contó los billetes y las monedas sueltas que le quedaban en la cartera, y se enfrentó a la realidad: "Sólo tenemos 53". Abrimos el paquete, lo dividimos en dos partes iguales y mandamos una a Buenos Aires, sin preguntar siquiera cómo íbamos a conseguir el dinero para mandar el resto. Sólo después caímos en la cuenta de que no habíamos mandado la primera sino la última parte. Pero antes de que consiguiéramos el dinero para mandarla, ya Paco Porrúa, nuestro hombre en la editorial Suramericana, ansioso de leer la primera mitad del libro, nos anticipó dinero para que pudiéramos enviarla. Fue así como volvimos a nacer en nuestra vida de hoy. Muchas gracias".

Link del sitio ver aquí